viernes, julio 12, 2024

2024-06-20: Dios dentro de nosotras desprovisto de toda forma: el inconcebible, el omnipresente

Todo nos apunta [...] al Cristo omnipresente, que vive y actúa en todo tiempo y lugar. Poco a poco descubrimos el reino de Dios dentro de nosotros. Jesucristo no sólo sigue siendo alguien frente a mí. Se vuelve también más y más el inconcebible y al mismo tiempo el omnipresente, el que vive entre nosotros y que nos está más próximo que nosotros mismos. Paulatinamente se desarrolla hacia él una inmediatez que ya no conoce forma ni figura.

Con el pasar del tiempo llegamos a percibir la presencia de Jesucristo en nuestra conciencia. Aprendemos a contemplar nuestro presente y en él su Presencia, desprovista de toda forma. Aprendemos a contemplar nuestra realidad y en ella la realidad misma, la realidad, desprovista de forma, de aquel que todo lo abarca, en el que todo fue creado.

Esta transformación no podemos llevarla a cabo nosotros mismos. Es un don, pero podemos mantenernos alertas.

F. Jalics, Ejercicios de contemplación, Pág. 265, Ediciones Sígueme

2024-06-27: Diálogo con un ejercitante (2)

Ejercitante: Durante la meditación me siento como si estuviera sentado frente a una puerta cerrada. No puedo avanzar, pues la puerta está cerrada. Me empantano, como si se clavara el paso en el suelo. [...]

ME: Para encontrarte con Dios no es necesario que pases por la puerta. Él está delante de la puerta. Está aquí. ¿No confundes tus ansias de Dios con tu deseo por lograr algo? Quieres lograr pasar por la puerta. Todo está delante de la puerta. Todo está aquí [...]

Quieres alcanzar a Dios. El anhelo de Dios es otra cosa. Se puede sentir de vez en cuando, pero es muy quieto y distendido. Generalmente no se siente, sino que se reconoce por sus efectos. Por ejemplo, si tienes dificultades con la meditación y, pese a ello, puede seguir practicándola, sabes que te impulsa el anhelo de Dios, o si puedes soportar la meditación diaria después de los ejercicios es que está actuando tu anhelo de Dios. Otros, en cambio, se proponen muchas cosas pero no lo cumplen pues su anhelo todavía es débil. El ansia de Dios no es un sentimiento, y con frecuencia debe pasar por un periodo en que no se reconoce. Es preciso que pasemos del plano en que nos apoyamos en los sentimientos al plano del ser. Esto sólo puede darse si nos son quitados los sentimientos y, no obstante seguimos actuando por la fuerza de dicho anhelo. En esto se diferencian las expectativas del anhelo de Dios. Este último no se adhiere a los efectos, mientras que las expectativas sí están atadas a los resultados.

Te repito: no tienes que pasar por la puerta. Es una expectativa que nace de tu deseo por lograr algo. Deseas lograr que la puerta se abra. El anhelo de Dios te brinda fuerzas para quedarte delante de la puerta, pero no te urge a que sigas adelante. El anhelo sabe que Dios está aquí; es más, Dios se encuentra en él. Detente a contemplarlo y verás que lo encontrarás todo.

Franz Jalics, Ejercicios de contemplación, Págs 223 -224

viernes, junio 14, 2024

2024-06-13: Diálogo con un ejercitante

La oración contemplativa exige un compromiso total y una entrega intensa. No solo exige que dirijas tu atención hacia las manos sino que desplaces todo tu interés desde el mundo exterior hacia adentro. "El reino de Dios está en vosotros” dice el Evangelio. Es necesario desprenderse de lo cotidiano, de sus preocupaciones y del mundo mismo para que podamos orientar nuestro interés completamente hacia adentro.

Mientras dura la meditación hay que renunciar por completo al mundo y orientarse hacia adentro, con todo nuestro corazón, todo nuestro interés y todo nuestro propósito. Tu atención está allí donde está tu corazón. Si no logras este viraje, advertirás que tu atención se te escapa. Puedes hacerla retornar mil veces. Pero mientras no hayas renunciado al mundo y tu corazón siga apegado a algo no lograrás permanecer en la meditación.

Por el reino de Dios hay que desligarse de todo, aunque sólo sea por media hora. Aunque sea por media hora resulta necesario un viraje radical desde el mundo hacia Dios. Entonces podrás permanecer en el presente.

Franz Jalics, Ejercicios de Contemplación, Pág. 280

viernes, mayo 31, 2024

2024-05-30: Diálogo con un ejercitante

Humberto: Ayer comprendí de pronto todo lo que exijo de los demás y qué egocéntrico soy. Se me hizo la luz sobre esto, al darme cuenta de mi actitud hacia Dios. Estoy impresionado al ver como giro alrededor de mí mismo. Aún si doy la impresión de estar con Dios y las personas por ellos mismos, con frecuencia lo estoy por propio interés.

ME: Es un descubrimiento importante

Humberto: Sí me afectó mucho. No se trató de descubrimientos aislados, sino que me parece haber percibido la raíz común de mis actitudes egocéntricas. Quedé consternado

ME: Hm (Pausa)

Humberto: ¿Y ahora qué hago con esto?

ME: Nada.

Humberto: ¿Cómo que nada?

ME: Es importante que aprendas a no querer volver a hacer algo con lo que has descubierto.

Humberto: ¿Todo queda como estaba?

ME: Exactamente. Todo deberá quedar como estaba. Trata de soportar tu descubrimiento y de dejarlo como está. De cualquier modo, aunque efectivamente hayas visto la raíz de tu proceder, no puedes modificarlo por principio. Podrás disimular algunos comportamientos, pero así no avanzarás mucho. La raíz permanece. Es mucho más profundo. Pero a profundidad aún mayor que esta raíz tienes un amor increíblemente altruista y una fuerza enorme. Debes permitir que actúe este fondo primigenio que yace en lo hondo de tu ser. Disolverá tu egoísmo como el sol disuelve la niebla matinal

Humberto: ¿Y cómo lo lograré?

ME: Conviviendo con tu egocentrismo, padeciéndolo y fijando al mismo tiempo la atención en el presente, en tu centro más profundo. Todo lo demás se da solo. Si permaneces en el presente llegarás a lo más hondo de ti mismo, allí donde ya no hay egocentrismo.

Humberto: ¿Ese es el camino?

ME: Sí, ese es el camino.

Franz Jalics Ejercicios de contemplación, Pág. 228

lunes, mayo 27, 2024

2024-05-23: Co-artífices y co-creadores del futuro con Jesús.

Jesús nos desafía a participar en la Obra creadora de Dios como hizo él.

El mejor modo de concebir la gracia o el don gratuito de Dios es verla como el privilegio de poder participar (en ella). Pero primero tenemos que ser libres y humildes para hacerlo. Hemos de reconocer que nosotros mismos somos productos de la Obra creadora de Dios, criatura entre otras criaturas. Somos artesanía de Dios, una parte pequeña pero única de la gran Obra de Arte que Dios modela continuamente. Pero también se nos invita a participar en el proceso haciéndonos co-artifices y co-creadores del futuro.

Lo hacemos si permitimos que Dios trabaje en y a través de nosotros. Cuando somos radicalmente libres o estamos en camino hacia la libertad radical, la energía divina puede fluir a través de nosotros sin impedimentos. Esta energía divina, que es también denominada Espíritu Santo es infinitamente poderosa, creadora y sanadora. Vemos que actúa en los profetas, en los místicos en los santos, pero sobre todo en Jesús. El Espíritu Santo es el Espíritu de Jesús.

En Jesús percibimos una ilimitada confianza en sí mismo que no era una exhibición de su ego, sino una manifestación de su radical libertad. Su confianza absoluta en Dios hizo posible que la energía divina y creadora del universo realizara extraordinarios milagros de sanación en las personas que lo rodeaban.

La Obra de Dios, como la Sabiduría de Dios, es revolucionaria. Pone al mundo del revés. Nosotros participamos uniendo nuestras voces a las numerosas voces proféticas que hablan audazmente en nuestro tiempo. Son innumerables las personas de todo el mundo que están realizando la Obra creadora de Dios. El desafío que afrontamos es unirnos a ellas, si no lo hemos hecho ya.

El camino de Jesús es una senda que nos conducirá a la libertad: la libertad radical que nos permite participar en la gran Obra de Arte de Dios de manera libre espontánea y creativa…y todos juntos.

Como especie, no hemos hecho más que empezar a evolucionar. Tenemos todavía un largo camino que recorrer. Pero ello no debería hacernos caer en la tentación de abandonar todo sentido de urgencia. Hay que dar de comer a los hambrientos ya. Hay que eliminar sin dilación la pobreza y la enfermedad. Hay que detener ahora mismo las emisiones de gases con efecto invernadero.

A veces parece que la Obra creadora de Dios es muy lenta. Quizás sea porque no siempre apreciamos la inmensidad de aquello en lo que estamos implicados. No obstante, precisamente porque es la Obra creadora de Dios, el futuro es seguro. Hay esperanza para el universo y para cada uno de nosotros como individuos. Cuando yo muera, mi ego, mi falso yo, será destruido de una vez para siempre, pero mi verdadero yo continuará para siempre en Dios, el Yo del universo .

Albert Nolon, Jesús hoy. Una espiritualidad de libertad radical

domingo, mayo 19, 2024

2024-05-09: El Espíritu

El Espíritu nos introduce a un mundo en donde la dualidad es trascendida: en donde Dios y la humanidad son una sola cosa.

En el Espíritu se reconcilian la diversidad y la unidad en la simplicidad (…)

No obstante, unidad no es uniformidad porque "en donde está el Espíritu, hay libertad". En el Espíritu, experimentamos que yo y tú somos uno, pero que al mismo tiempo somos libres para mantener nuestro carácter único. El Espíritu permite que diferentes aspectos de la verdad coexistan armoniosamente. El Espíritu es enemigo de toda clase de represión (…)

En el Espíritu, lo infinitamente pequeño es también lo infinitamente grande: "los cielos se abrirán", la mente y el corazón son una sola cosa, la pequeña semilla de mostaza crece y se transforma en el poderoso árbol de la fe.(…)

El conocimiento espiritual nos estimula a salir de la órbita egocéntrica. ( …) No podemos pensar nuestro camino hacia el Espíritu. Es el Espíritu el que da nacimiento al espíritu. El Espíritu enviado provoca un despertar hacia lo profundo de nuestra verdadera naturaleza.

Laurence Freeman, Jesús, el maestro interior

2025-05-02: Meditación y Oración

Nosotros no creamos el milagro de la vida y del crecimiento, pero sí somos responsables de su evolución. Alcanzar la paz mental y la paz del corazón -el silencio, la quietud y la simplicidad- no requiere de la voluntad de un gran realizador, sino de la incondicional, sostenida y fiel atención de un discípulo.

La perseverancia en la quietud es la dinámica de la oración.

Cuando enfrentamos las distracciones y ansiedades superficiales el espíritu del discipulado comienza a madurar. A través de este trabajo de atención aumenta el autoconocimiento.

La meditación se revela como el camino más personificado y holístico de la oración. Sus efectos se sienten en toda la persona de la misma manera que las palabras del Evangelio se encarnan en la vida diaria.

La meditación es una jornada de despertar. Practicada en la fe, la percibimos como el camino oculto al interior del camino visible de la vida. Meditar es simplemente humano. Meditar como un cristiano es ver que, al descender al centro de nuestro ser, nos descubrimos en relación y en comunión con el Espíritu.

Laurence Freeman

2024-05-16: Lo propio del Espíritu es hacer porosa la materia

Para recibir el Espíritu hay que estar abiertos y disponerse para dejarse conducir por su irrupción imprevisible que no sabemos de dónde viene ni a dónde va. Si lo supiéramos, no habría revelación ni apertura a más verdad por desvelar; estaríamos solo ante la repetición de lo ya conocido (...)

Lo propio del Espíritu es hacer porosa la materia, abrirla a la Presencia e impregnarla de ella. Al dejarnos ungir por el Espíritu, nuestra rigidez cede y lo que era muro se hace cuenco; eso nos dispone como receptáculo, como Jesús. Sobre ese espacio desalojado se extiende una comprensión de las cosas que percibimos como verdaderas en la medida en que nos abren a más vida

Javier Melloni, El Cristo interior

lunes, febrero 26, 2024

2024-02-22: Lo nuevo desde la sede de la efectividad.

Lo nuevo, lo profético, sólo pueden nacer dentro de nosotros, lugar de germinaciones, tierra habitada por el Espíritu. El corazón humano es el lugar de todos los nacimientos porque, en sentido bíblico, es el centro del ser humano, la sede de la efectividad, el instrumento del conocimiento profundo, de la capacidad de atención y de escucha, la morada del Espíritu, el lugar del encuentro con Dios.
La experiencia de la vulnerabilidad es la forma más directa de conducirnos, sedientos, al corazón.

Carlos Mª Antunes (Sobrado de los Monjes)
¡Oh noche que guiaste!: de la inhospitalidad al encuentro, Pág.37. Sal Terrae

lunes, febrero 05, 2024

2024-02-01: Contacto con el centro original de nuestro ser

La meditación es algo muy simple. Es el concepto más sencillo que podrías imaginar, y lo bonito es que nos conduce a experimentar la sencillez. En esencia, meditar consiste simplemente en estar en calma en el centro de tu ser. Estar quieto… En la naturaleza todo el crecimiento se produce de dentro a fuera, desde el interior hacia el exterior… Comenzamos en el centro y, una vez más, de eso trata la meditación: de entrar en contacto con el centro original de tu ser. Supone volver al fundamento de tu ser, a tu origen, a Dios. Conocer a Dios, crecer y estar en calma son experiencias que se producen en el centro de tu ser.

San Juan de la Cruz, en su reflexiones sobre la naturaleza de la meditación, escribió: "Dios es el centro de mi alma"… Descubrirnos a nosotros mismos, encontrar nuestra capacidad para ser en plenitud, es el único camino para encontrar a Aquel que es. Y en virtud de este descubrimiento somos liberados

John Main
Una palabra hecha camino. Meditación y silencio interior, Pág. 29, Ediciones Sígueme.