viernes, junio 14, 2024
2024-06-13: Diálogo con un ejercitante
La oración contemplativa exige un compromiso total y una entrega intensa. No solo exige que dirijas tu atención hacia las manos sino que desplaces todo tu interés desde el mundo exterior hacia adentro. "El reino de Dios está en vosotros” dice el Evangelio. Es necesario desprenderse de lo cotidiano, de sus preocupaciones y del mundo mismo para que podamos orientar nuestro interés completamente hacia adentro.
Mientras dura la meditación hay que renunciar por completo al mundo y orientarse hacia adentro, con todo nuestro corazón, todo nuestro interés y todo nuestro propósito. Tu atención está allí donde está tu corazón. Si no logras este viraje, advertirás que tu atención se te escapa. Puedes hacerla retornar mil veces. Pero mientras no hayas renunciado al mundo y tu corazón siga apegado a algo no lograrás permanecer en la meditación.
Por el reino de Dios hay que desligarse de todo, aunque sólo sea por media hora. Aunque sea por media hora resulta necesario un viraje radical desde el mundo hacia Dios. Entonces podrás permanecer en el presente.
Franz Jalics, Ejercicios de Contemplación, Pág. 280
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