El reino de Dios está en vosotros, dice Jesús. Es vuestra naturaleza auténtica. Habéis nacido desde su centro. El reino de Dios es la fuerza viva que os convierte en seres humanos plenos, a imagen de Dios. Es la fuerza viva de la evolución del universo. Nos ha creado a nosotros y a todo, y permanecerá cuando cambiemos nuestra forma actual para entrar en una nueva forma de ser.
[…] Debemos caer en la cuenta de que hemos nacido como hijos e hijas de Dios, lo cual no es otra cosa que una imagen más de esa Realidad inefable.
Seremos tan sólo nosotros mismos, en el verdadero sentido de la palabra, cuando alcancemos y vivamos a partir de ese centro, que Jesús llama el “reino de Dios”. Solamente allí se ve nuestra faz verdadera. Solamente allí radica nuestra dignidad. Es ahí donde nuestra vida crece desde el misterio de Dios. El que experimenta a Dios como su ser más hondo, no le espera desde el exterior y, menos aún, en un futuro lejano. El futuro es algo ajeno a Dios. El reino de Dios está aquí y ahora.
Willigis Jäger
Adonde nos lleva nuestro anhelo
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