miércoles, noviembre 14, 2012

Sobre masa y multitud


Ha surgido el debate con unos/as amigos/as en torno al posible papel de los humanos cuando actuamos en grandes grupos: en masa, en multitud... La misma arqueología de estos términos nos lleva a concepciones muy diferentes. El término masa al que Ortega y Gasset dió un relevante estatus filosófico es sin duda peyorativo, y el de multitud, -al que su estatus filosófico se lo han conferido en la última decada Toni Negri y Michael Hardt en su trilogía sobre filosofía política- es un término positivo.
Creo que sendos conceptos hay que enmarcarlos en una concepción evolucionista de la sociedad, el de multitud sin duda como una fuerza creativa y de progreso. Sin embargo el de masa no sólo tiene una interpretación retrograda e involucionista, que es la más evidente, como reivindicación del "antiguo régimen", si no que también tiene otra -la más peligrosa- que conlleva creatividad y novedad histórica y social. Sería esta la de Hitler y el Nacional Socialismo aleman, que se erige como vanguardia para rescatar a Europa del sin sentido y la miseria moral que la modernidad conlleva, para imponer un nueva era donde el Estado y la técnología estuvieran al servicio de los valores más nobles de la humanidad, de los que la raza aria es su último baluarte. Todo esto se entiende mejor teniendo en perspectiva que Alemania entra tarde al proceso de la modernidad industrial.y que su producción de acero sólo supera la de Reino Unido a principio del siglo XX. Esta lógica tan peligrosa es lo que Ken Wilber llama la falacia pre-trans, reivindicar el pasado como referencia para el futuro por lo que tenemos que estar ojo avizor a este tipo de propuestas cuando las veamos en nuestros entornos políticos.

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