viernes, julio 02, 2010

La muerte de Dios

Renunciaría a la palabra
si con ello rompiese las ventanas de esta era.

Renunciaría a llamar "cielo" al cielo
y su azul quizá caería a chorros densos y calientes.

Ya no diría "viento" al viento
para perderlo así en los bulevares.

El grillo no sería "grillo"
sino azabache innombrable, luz negativa.

Nunca más balbuciría tu nombre,
entre un humo de sándalo
tras amaneceres radiantes de sábanas.

Manojo abigarrado serías
de colores, episódios y perfumes.

Hasta tu "D" mayúscula perderías...

Y serías el-gato-la-acera-tu-y-yo-y-nosotros-el-grillo-la-luz-y-la-palabra entera

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