martes, mayo 20, 2008

Esto no es un poema de amor

Estos días de despertares blancos
de sábanas, luces y nieve;
de montañas que miran a lo lejos.

...con tu nombre voy, prendido en los labios
aunque no lo diga,
más bien lo susurra el viento
en los huecos de las encinas;
en mis cabellos.

Para mi, todo es magia ahora
y voy con la boca abierta como gilipollas,
acariciando tu imagen que es la del mundo
dentro de mi vientre, mi pecho, mi cabeza.

Mientras, los tordos se ríen de mí
entornando sus ojos
que son como cañamones tostados.

Alguien interpone constantemente
tu nombre en mi camino
en las pequeñas cosas
en la taza,
en un post-it invisible pegado a mi pantalla,
en el ratón laser que no funciona,
y aparece entre la pelambre de mi perro amigo.

Y es que:
cuando toco una piel es la tuya
son tus ojos cuando otros me miran
y todos los cuerpos
el tuyo.


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