viernes, marzo 25, 2005

Trabajo

Desearía hoy gaviotas en los ojos
aromas de algas en mis cejas.

Aquí desearía
un oceano: en mi frente.

Algún gusto a sal en mi boca
y un meneo quedo de hojas de higuera
profundo en mis costillas.

Sobre mis cabellos,
reflejan todos los chisporroteos de la Era.

Desearía hoy -mejor-
ningún deseo en mi pecho:
un mostrador me espera.


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