domingo, mayo 24, 2009

La doble faz del proceso histórico-filosófico

A continuación un extracto de ejemplo de lo que será la historia de la filosofía según Salvador Paniker, un libro que esperamos algunos con cierta ansia desde hace algún tiempo.

En mi libro (inédito) Genealogía de la lucidez he dibujado el mecanismo retroprogresivo a lo largo de distintos momentos de la historia de la filosofía occidental. Mencionemos, por poner un ejemplo, la aparición en Europa del nominalismo medieval que, en cierto a nodo, supuso la quiebra del Sistema de la Cristiandad. Veamos. La célebre peste negra de 1348 puede considerarse como el símbolo de una gran fractura histórica. A partir de ese momento y a lo largo de varios siglos, ya no hay armonía entre razón y fe. El equilibrio retroprogresivo se ha roto. Occidente tiene miedo. Es un período de desgracias y calamidades. sin ninguna síntesis filosófica que sirva de proteccion. La muerte produce terror; la enfermedad, escándalo; la arbitrariedad del cosmos, estupor. Y, ya digo, el movimiento filosófico que subyace en ese estado de cosas es el nominalismo. Los conceptos universales sólo son signos; diera de la mente, todo singular. El hilo filosófico con la trascendencia está roto. Ahora bien, junto al deshielo intelectual obrado por la crítica nominalista, y como contrapartida retro, aparecen algunos autores místicos. Está en germen una nueva sensibilidad que ya no estrictamente cristiana. Si las cosas individuales están inconexas entre sí, y si Dios no es un flatus vocis, Dios ha de ser inmanente a las cosas para asegurar su relación. He ahí un terreno propicio para el «en-thusiasmo» renacentista, y también para la mística especulativa de un Maestro Eckhart, quien osadamente proclama que «no hay nada tan uno e indiviso como Dios y todo lo creado». Para Eckhart, Dios no es lo contrario del mundo, sino la unidad de los contrarios del mundo. Mas delante, nominalismo y mística alemana concurrirán en un Nicolás de Cusa, cabal ejemplo de filosofó retroprogresivo.

En rigor, el nominalisimo supone una crisis epistemológica ,que tarda siglos en resolverse. De un lado, la inmanencia de Dios, en las cosas hará posible, como he dicho, el «enthusiasmo» estético renacentista por el mundo y la naturaleza. De otro lado, la revolución científica de Galileo y el giro idealista de Descartes acabarán configurando el nuevo código de la modernidad.

El caso es que conviene tener siempre en cuenta la doble vigencia del proceso de la historia, la filosofía y la cultura: nueva racionalidad, aproximación al origen. O también: sofisticación patógena y terapia mística. Forcejeo innovador y nueva sintesis. Especulación seguida de «yoga». El yoga que nos reintegra al origen. El origen que, como enseña el Tao-te king, es el lugar de la paz
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"Asimetrías" de Salvador Pániker